¿Qué es la disfagia?
La disfagia es la alteración del mecanismo de la deglución, esto es, la dificultad para tragar líquidos y/o alimentos sólidos. Aunque tragar nos parece un gesto sencillo, desde el punto de vista neurológico es un acto complejo que puede entrañar peligro si no funciona con precisión, dado que en nuestra garganta se entrecruzan la vía respiratoria y la digestiva. Seguro que muchos de vosotros habéis sufrido algún susto por un atragantamiento accidental. Sin embargo, esto que queda en una anécdota en la mayoría de los casos, es muy habitual y constituye un serio problema en determinados grupos de personas:
- Personas de edad avanzada
- Pacientes con enfermedades neurodegenerativas
- Pacientes que hayan padecido un ictus
- Pacientes con cáncer de cabeza y cuello
La repercusión de la disfagia puede pasar desapercibida por las personas que la padecen o por sus cuidadores. Entre las consecuencias que comporta destaca:
- Desnutrición y deshidratación (se reduce la ingesta por miedo a atragantarse y la dieta se hace menos variada, con menor aporte calórico y con menos líquido). Presente hasta en el 75% de las personas con disfagia.
- El paso de alimentos hacia la vía respiratoria, lo que se conoce como aspiración, puede entrañar bronquitis o neumonías. Hasta un 30% sufren neumonías por aspiración.
- Aislamiento social y soledad (evitan participar en comidas o actos sociales).
Diez signos que nos alertan sobre la disfagia
- Tos durante la ingesta.
- Atragantamientos frecuentes.
- Cambios de voz y carraspeo (voz húmeda, gorgoteo) tras las comidas.
- Necesidad de tragar varias veces para deglutir una misma cucharada.
- Caída de comida o saliva de la boca.
- Rechazo a determinadas comidas o bebidas.
- Restos de alimento en la boca o la garganta.
- Aumento del tiempo de ingesta.
- Descenso progresivo de peso.
- Signos de desnutrición/deshidratación.
¿Cómo se estudia la disfagia?
La endoscopia flexible es una técnica habitual en las consultas de otorrinolaringología. El empleo de esta pequeña cámara en el estudio tanto de las estructuras faringolaríngeas como de los mecanismos dinámicos implicados en la deglución se conoce como videoendoscopia de la deglución (fiberoptic endoscopic evaluation of swallowing o FEES en su acrónimo inglés). Es una técnica bien tolerada, no precisa anestesia y nos aporta información fiable sobre cómo discurre la deglución con alimentos de consistencia estandarizada y volúmenes concretos.
¿Cuál es el tratamiento de la disfagia?
El tratamiento de las personas con disfagia pretende conseguir una deglución eficaz (normalizar el aporte de alimentos y líquido) y segura (evitando el riesgo de aspiración hacia la vía respiratoria). Se fundamenta en los siguientes parámetros:
- Modificaciones de la dieta
Se ha de llevar a cabo una valoración nutricional que nos permita establecer unas recomendaciones dietéticas que aseguren una adecuada nutrición. La FEES nos permite determinar qué texturas y volúmenes deben presentar tanto los sólidos como los líquidos para conseguir una deglución eficaz y segura.
La Asociación de Dietista Americana emplea la gradación siguiente: Dieta líquida espesa, dieta triturada, dieta triturada mecánicamente y dieta de fácil masticación. El uso de espesantes nos permitirá conseguir la viscosidad adecuada de los líquidos.
- Rehabilitación de los trastornos de la deglución
Mediante estrategias de adaptación (modificar el entorno y la postura para favorecer la deglución), maniobras favorecedoras de la deglución (que protejan la vía aérea y faciliten el paso del alimento hacia el esófago) y ejercicios específicos (que favorezcan cada una de las fases de la deglución y mejoren el tono de la musculatura implicada).
Diez consejos generales y sencillos para pacientes con disfagia.
- Nunca dar de comer a pacientes adormilado o con bajo nivel de conciencia.
- Fraccionar la dieta en varias comidas de menor cuantía para evitar la fatiga.
- Crear un ambiente tranquilo y sin distracciones (TV, etc.).
- Postura correcta: sentado o lo más incorporado posible en caso de estar encamado.
- Flexionar la cabeza ligeramente hacia abajo para mejorar la protección de la vía aérea. Usar vasos anchos para evitar que extienda la cabeza hacia atrás.
- Limpieza de la cavidad oral si es preciso antes de la ingesta. Si prótesis dental, ésta debe estar bien colocada y fijada
- Utilizar cucharas pequeñas o cadete para manejar mejor los volúmenes.
- Nunca utilizar jeringas o pajitas.